Crónica del DCODE 2018

DCODE Festival 2018 ha cerrado sus puertas hasta el año que viene con una media de 25.000 personas que fueron a reír, llorar, saltar y cantar al son de sus artistas favoritas en Ciudad Universitaria (Madrid) desde las 11:30 de la mañana, media hora antes de la primera actuación de La M.O.D.A. hasta las 5:00 de la madrugada acompañados de la actuación de Ocho Y Medio & Friends.

El Campo de Rugby Cantarranas empezó a llenarse con personas de todas las edades a partir de las 11:30 de la mañana. A las 12:10 La M.O.D.A. inauguraba este festín de conciertos y a las 13:40 debutaba la estadounidense Clairo. Ambos grupos tocaron en el Escenario #3 dando paso a los veteranos Sidonie. No importaba si llovía como si no hubiese un mañana, el barro del suelo o los momentos repentinos de calor, los asistentes ya habían calentado los motores para darlo todo con el grupo, que estaba orgulloso de poder tocar en el festival como decía Marc Ros en “el día perfecto, el sitio perfecto”. El tercer escenario tenía una ventaja, estaba dentro de una carpa bastante grande, el problema: si no ibas con tiempo te quedabas fuera. Allí seguirían tocando grupos como Terry VS Tori, Shinova, Grises, Berri Txarrak y Triángulo de Amor Bizarro.

No sería hasta las 16:00 cuando abrieron el Escenario #1 y el Escenario #2 con las actuaciones del dúo ganador del concurso BDCODER 2018, Volver, en el primero y Nat Simons con su banda y su harmónica. en el segundo (las actuaciones en los distintos escenarios se iban alternando con al menos 5 minutos de diferencia entre cada una).

A las 17:15 Jorja Smith nos dejaba maravillados con su voz estilo R&B y sus músicos y a las 18:05 el británico Sam Fender hacía sentir sus composiciones a la multitud del Escenario #2. También fue muy agradable escuchar con su voz una cover de Fingertips de Stevie Wonder y de Born in the USA de Bruce Springsteen. Seguidamente, a las 18:55 la lluvia tuvo “piedad” con Viva Suecia y creó sensaciones entre el público sin pedir ni “permiso o perdón”. Poco a poco se iban acercando cada vez más las actuaciones del cabeza de cartel, y los escenarios estaban repletos, nadie quería perder su sitio, pero allí estaba a las 19:55 Albert Hammond Jr. para traer ritmo y buen rollo antes de la actuación de Bastille.

A las 21:00 aparecía Dan Smith con sus revolucionarios de Bastille que dejaron con la boca abierta al empezar a tocar Good Grief. Deleitó con la cover Of The Night, inspirada en Rythm of the Night de la cantante Corona. Finalizaron la actuación con la famosa Pompeii cantando todos a una. A continuación, llegaría Izal para poder hacer “autoterapia” y que la “pausa” para los mayores fans de Imagine Dragons fuese más amena.

Por fin llegaba el gran momento de los músicos de Las Vegas: 23:35, Imagine Dragons sale a escena con unos visuales estilo Matrix preparándonos para hacer un gran directo con Radioactive en cabeza. Antes de cantar It’s Time, Dan Raynolds mostró su parte más humana, primero destacando su amor por nuestra cultura, la gente y la comida y por consiguiente quiso hacernos olvidar de la política y de la religión colgándose al cuello la bandera LGTB y la de España. Asimismo, después de homenajear a Mac Miller, quien falleció por sobredosis a los 26 años la noche anterior, aprovechó la canción Demons para compartir ante los oyentes que fue diagnosticado con depresión y estuvo viendo a un terapeuta. Según Reynolds, en esta sociedad y cultura se tiene miedo a hablar de la depresión, ansiedad y de terapia. “No es algo de lo que tengamos que avergonzarnos, no es algo que nos tenga que hacer sentir débiles y no es algo que nos tenga que hacer sentir rotos, yo no soy débil, yo no estoy roto es parte de mi día a día, es parte de quién soy, pero esto no es lo que me define” expresó apoyando que es bueno hablarlo con la familia o amigos e ir a terapia. El concierto terminó con Believer para que sus seguidores sigan creyendo en la fuerza de la banda. Los broches finales de la música indie internacional los pondrían The Vaccines a la 1:10 de la madrugada con todo su potencial manteniendo la zona repleta de gente y Kakkmaddafakka a las 2:20 para seguir saltando y manteniendo la energía para no pasar frío.

Para aquellos hambrientos o que preferían investigar las instalaciones del festival en lugar de esperar enlatados entre la multitud, había diversas casetas de merchandaising, barbería, propaganda, bebidas y taquillas para poder cargar el teléfono y por otro lado había una zona de Food Trucks, donde se encontraban la mayoría de los puestos de comida de toda clase: vegana, perritos calientes, bocadillos, etc. Y la zona de baños. La zona VIP era perfecta para ver los conciertos sin estar apretado entre la muchedumbre, teniendo cerca puestos de comida para no pasar hambre. No hay que olvidar que la mayoría de productos (excepto el merchandising y los servicios de barbería) se pagaban con tuents, moneda oficial del festival.

DCODE Festival es una experiencia única y este año se ha vuelto a superar con creces, pero ¿Será igual el año que viene? Se sabrá cuando se vayan sabiendo las confirmaciones de DCODE 2019.

 

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