HINDS – I DON’T RUN

Querían ser Somebody New para nosotros y aunque el tema en cuestión (New foryou) tenía buen olor y abría el apetito mientras esperabas el plato principal, finalmente, cuándo llegó compuesto por 11 canciones, sí nos hizo correr.

I Don´t Run, el nuevo álbum de Hinds, nos ha dejado un poco hambrientos porque nos da la sensación de que no hemos saboreado nada nuevo.

Aunque antes de explicaros los detalles del menú os contaremos que han sido grupo revelación en el complicado mundo del rock. Tanto fue así que pronto se proyectaron internacionalmente, participando en festivales tan prestigiosos como Glastonbury (Somerset, Reino Unido), Pitchfork Music Festival (París) y Primavera Sound (Barcelona). Por ello en esta ocasión ha contado con la ayuda de Gordon Raphael, productor, entre otros, de los dos primeros discos de The Strokes. Sin embargo, en la edición se han mantenido fieles a Lucky Number, que es la discográfica con la que hicieron el primer disco.

Sin embargo, en el ámbito nacional todavía no consiguen deshacerse de la condescendia que se respira alrededor de ellas y de su forma de hacer música. Quizá porque el rock garaje no tiene tanta cabida en los medios musicales en España… o porque todavía se tiene que reconocer a las mujeres por su acompañante y no por sus logros como es el caso de Carlota Cossials con su actual pareja el influencer Jorge Cremades.

Su primer disco, Leave Me Alone, fue su carta de presentación y nos mostraba a unas chicas rebeldes fiesteras y amantes del cerveceo malasañero que cantaban con un estilo peculiar y diferente y que acabó siendo la seña de identidad del grupo. Mientras que el primer disco desprendía este espíritu, I Don’t Run está más cerca del rock indie melancólico, de hecho, podría ser perfectamente la cara B de Leave Me Alone. Y esto, en un grupo que tenía tanta expectación del público por ver cómo les había influido el paso por el extranjero, no dice mucho a su favor.Esperábamos un sonido con su sello, sí, pero con cierta evolución y lo que han hecho ha sido meter temas que repiten acordes y melodías tan parecidas que no terminan de enganchar. Pretendidamente británico, casi descaradamente, y es que al escuchar sus temas es inevitable recordar a The Strokes o The Libertines.

Pero no todo va a ser negativo. La producción de Gordon Raphael se hace notar positivamente en la cohesión de los temas, el sonido es más limpio y sólido y se aprecia una continuidad melódica. Al contrario de Leave Me Alone, donde los temas parecían haber sido metidos en el disco de forma aleatoria.La segunda diferencia es la mejoría palpable en la composición. Temas como The Club, Linda, New For You o Soberland suenan redondos y potentes.

No podemos negar que han mejorado notablemente en la ejecución de los temas, así que ya no se podrá atacar a la banda con la crítica de que “no saben tocar”. También se nota la mano de Raphael en las voces, que ahora suenan mucho más contenidas, aunque quizá por ello han perdido la espontaneidad que las caracterizaba.

La conclusión general es que a pesar de que es un disco que mejora en las escuchas, deja con un sabor de boca algo agridulce e incompleto. Han introducido pequeñas variaciones pero sin abandonar la zona de confort, lo que se traduce en la sensación general de que no hay mucha evolución respecto al trabajo anterior.

Lo divertido está en arriesgar, madurar tu sonido y ver esa evolución como músico. Esperemos que el título I Don’t Run sea una declaración de intenciones y que esta calma sirva para que en los próximos discos las Hinds desarrollen todo su potencial, que estamos convencidos de que es mucho.